Algunos ya sabían, otros se habían olvidado y otros tantos, se enteraron a medida que llegaban con la esperanza de recibir atención médica. Se trata de los usuarios del Centro de Salud Familiar Centenario en Los Andes, cuyo recinto se encuentra cerrado por una paralización de 72 horas convocada por la CONFUSAM. Una realidad que se repite en todos los centros de atención primaria dependientes de los municipios. Si bien muchos comprenden que la protesta busca mejoras que también beneficiarán a los usuarios, la molestia se hizo sentir. Personas que habían esperado durante semanas por una hora médica, que invirtieron dinero en transporte y tiempo que no tienen, para acudir al recinto. El caso de un paciente que debe asistir a curaciones día por medio refleja la gravedad de la situación. Sin alternativas inmediatas, quedó en una especie de limbo, sin la atención que requiere para su recuperación. Casos como este evidencian las consecuencias directas que el paro tiene en la comunidad, donde muchas personas no tienen otra opción de atención médica. La movilización es una medida de presión para exigir el cumplimiento de compromisos gubernamentales que, según los trabajadores de la salud, han sido postergados al punto de afectar el funcionamiento normal de los centros asistenciales. Dentro del petitorio de la CONFUSAM se incluyen demandas como el traspaso oportuno de recursos, el aumento del per cápita, mayor seguridad en los establecimientos de salud primaria y el pago de bonos comprometidos, como el incentivo al retiro y el desempeño difícil en sectores rurales y urbanos.
Tras cuatro días de movilización, el paro nacional de los funcionarios de Gendarmería de Chile llegó a su fin este viernes, luego de alcanzar un acuerdo con el Gobierno. La paralización, que comenzó el lunes 18 de noviembre, fue impulsada por los sindicatos agrupados en el Frente de Trabajadores Penitenciarios, quienes exigían soluciones a problemas como el estancamiento en los ascensos dentro de la carrera funcionaria, la falta de equipamiento y otros recursos, demandas para las que se unieron cerca de 14 mil funcionarios. El Gendarme primero, Felipe Estobar, dirigente provincial de la ANFUP de Los Andes, explicó que “hay un trabajo de asensos en la planta dos, debido al gran número que somos de funcionarios de la planta de suboficiales y, con esto, se podrá que los colegas puedan tener una carrera digna y proyectarse a nuestro último escalafón, que es el grado máximo para nosotros como Suboficial Mayor”. “Luego de cuatro días de diferentes reuniones en conjunto con el Ministerio de Justicia, Ministerio de Hacienda y la Dirección Nacional de Gendarmería de Chile, se llegó a un acuerdo cerca de las tres de la mañana, en el cual, mediante la Ley de Reajuste del sector público, se sostuvo el aumento de asensos para la planta II de Suboficiales de Gendarmería de Chile”, comentó el Gendarme primero. El acuerdo fue logrado tras intensas negociaciones entre representantes de Gendarmería y el Ministerio de Justicia, encabezadas por el ministro Jaime Gajardo y el subsecretario Ernesto Muñoz. Tras varios días de conversaciones, se alcanzaron compromisos concretos que incluyen un plan de ascensos para 3.900 funcionarios de la planta II de suboficiales y gendarmes, que comenzará a implementarse en marzo de 2025. Además, se estableció una bonificación por incentivo al retiro, con 300 cupos a disposición en los próximos tres años. Respecto a lo anterior, el Gendarme primero, Felipe Estobar, añadió que “esto condiciona a que el personal trabaje de forma más tranquila y que asuman las responsabilidades que les correspondan, según el grado al que ostenta hoy en día. Además, esto demuestra también el buen manejo que tuvimos, donde se sumaron los 14 mil funcionarios, lo que hace una presión tanto a los tribunales de justicia y también al régimen normal de las unidades penales, donde el Gobierno entendió que la seguridad que tiene Gendarmería de Chile es primordial a que esto se haya solucionado lo antes posible”, concluyó. Este acuerdo pone fin a una paralización que afectó la operación normal de Gendarmería en todo el país, permitiendo retomar funciones esenciales en los centros penitenciarios y en otras áreas de su responsabilidad. Aunque las movilizaciones cesaron, los gremios esperan que, con el paso del tiempo, se pueda seguir avanzando en la mejora de las condiciones laborales, con el fin de que se cumpla con los asensos correspondientes en el tiempo estimado de 30 años que dura la carrera.
La mañana de este lunes, las terminales de Viña del Mar y Valparaíso fueron escenario de aglomeraciones de pasajeros debido a una movilización de trabajadores de Turbus, que redujo drásticamente la oferta de servicios en la región. Según la empresa, la huelga es liderada por el Sindicato 2, que representa al 15% de la fuerza laboral de la compañía, y afecta principalmente las rutas hacia el norte del país. Ante esto, Turbus explicó que la paralización ha obligado a disminuir la frecuencia de los servicios y suspender aquellos que no pudieron ser puestos a la venta. Lamentablemente, los trabajadores del sindicato mantienen bloqueadas nuestras instalaciones, incluidas áreas clave como talleres, estacionamientos y zonas de carga de combustible, lo que impide la salida de los buses, señaló la empresa en una declaración pública. Como consecuencia, los pasajeros que no pudieron viajar serán compensados con el reembolso o el cambio de sus pasajes sin costo adicional, según lo soliciten en cualquier punto de venta. Finalmente, la huelga se desató luego de que no se alcanzara un acuerdo en la mediación ante la Inspección del Trabajo durante el proceso de negociación colectiva entre la empresa y el Sindicato 2, que agrupa a unos 400 conductores y auxiliares. La empresa aseguró que están haciendo todos los esfuerzos para restablecer los servicios con normalidad y minimizar las molestias para los usuarios.
Este jueves, los funcionarios de Fonasa llevaron a cabo un paro de advertencia en todas sus sucursales a nivel nacional, acusando que el gobierno no ha cumplido ciertos acuerdos. Según los representantes de los sindicatos, las demandas están relacionadas con el incumplimiento de compromisos por parte de la ministra de Salud, Ximena Aguilera. Ante esto, uno de los puntos más relevantes en las negociaciones es el descanso reparatorio, que los trabajadores piden equiparar al otorgado a otros organismos, aunque estos no hayan estado en contacto directo con pacientes de Covid-19. Además, exigen una asignación de fortalecimiento y critican que la agenda legislativa priorice mejoras para otros sistemas de salud, dejando a Fonasa en un segundo plano. A pesar del paro, Fonasa ha implementado un plan de contingencia para garantizar la atención a los usuarios. La venta de bonos presenciales sigue funcionando, al igual que los canales digitales, como su página web y el número telefónico 600 360 3000. Finalmente, los funcionarios no descartan que la paralización se extienda de manera indefinida la próxima semana si no se llega a una solución con el gobierno.
Algunos ya sabían, otros se habían olvidado y otros tantos, se enteraron a medida que llegaban con la esperanza de recibir atención médica. Se trata de los usuarios del Centro de Salud Familiar Centenario en Los Andes, cuyo recinto se encuentra cerrado por una paralización de 72 horas convocada por la CONFUSAM. Una realidad que se repite en todos los centros de atención primaria dependientes de los municipios. Si bien muchos comprenden que la protesta busca mejoras que también beneficiarán a los usuarios, la molestia se hizo sentir. Personas que habían esperado durante semanas por una hora médica, que invirtieron dinero en transporte y tiempo que no tienen, para acudir al recinto. El caso de un paciente que debe asistir a curaciones día por medio refleja la gravedad de la situación. Sin alternativas inmediatas, quedó en una especie de limbo, sin la atención que requiere para su recuperación. Casos como este evidencian las consecuencias directas que el paro tiene en la comunidad, donde muchas personas no tienen otra opción de atención médica. La movilización es una medida de presión para exigir el cumplimiento de compromisos gubernamentales que, según los trabajadores de la salud, han sido postergados al punto de afectar el funcionamiento normal de los centros asistenciales. Dentro del petitorio de la CONFUSAM se incluyen demandas como el traspaso oportuno de recursos, el aumento del per cápita, mayor seguridad en los establecimientos de salud primaria y el pago de bonos comprometidos, como el incentivo al retiro y el desempeño difícil en sectores rurales y urbanos.
Tras cuatro días de movilización, el paro nacional de los funcionarios de Gendarmería de Chile llegó a su fin este viernes, luego de alcanzar un acuerdo con el Gobierno. La paralización, que comenzó el lunes 18 de noviembre, fue impulsada por los sindicatos agrupados en el Frente de Trabajadores Penitenciarios, quienes exigían soluciones a problemas como el estancamiento en los ascensos dentro de la carrera funcionaria, la falta de equipamiento y otros recursos, demandas para las que se unieron cerca de 14 mil funcionarios. El Gendarme primero, Felipe Estobar, dirigente provincial de la ANFUP de Los Andes, explicó que “hay un trabajo de asensos en la planta dos, debido al gran número que somos de funcionarios de la planta de suboficiales y, con esto, se podrá que los colegas puedan tener una carrera digna y proyectarse a nuestro último escalafón, que es el grado máximo para nosotros como Suboficial Mayor”. “Luego de cuatro días de diferentes reuniones en conjunto con el Ministerio de Justicia, Ministerio de Hacienda y la Dirección Nacional de Gendarmería de Chile, se llegó a un acuerdo cerca de las tres de la mañana, en el cual, mediante la Ley de Reajuste del sector público, se sostuvo el aumento de asensos para la planta II de Suboficiales de Gendarmería de Chile”, comentó el Gendarme primero. El acuerdo fue logrado tras intensas negociaciones entre representantes de Gendarmería y el Ministerio de Justicia, encabezadas por el ministro Jaime Gajardo y el subsecretario Ernesto Muñoz. Tras varios días de conversaciones, se alcanzaron compromisos concretos que incluyen un plan de ascensos para 3.900 funcionarios de la planta II de suboficiales y gendarmes, que comenzará a implementarse en marzo de 2025. Además, se estableció una bonificación por incentivo al retiro, con 300 cupos a disposición en los próximos tres años. Respecto a lo anterior, el Gendarme primero, Felipe Estobar, añadió que “esto condiciona a que el personal trabaje de forma más tranquila y que asuman las responsabilidades que les correspondan, según el grado al que ostenta hoy en día. Además, esto demuestra también el buen manejo que tuvimos, donde se sumaron los 14 mil funcionarios, lo que hace una presión tanto a los tribunales de justicia y también al régimen normal de las unidades penales, donde el Gobierno entendió que la seguridad que tiene Gendarmería de Chile es primordial a que esto se haya solucionado lo antes posible”, concluyó. Este acuerdo pone fin a una paralización que afectó la operación normal de Gendarmería en todo el país, permitiendo retomar funciones esenciales en los centros penitenciarios y en otras áreas de su responsabilidad. Aunque las movilizaciones cesaron, los gremios esperan que, con el paso del tiempo, se pueda seguir avanzando en la mejora de las condiciones laborales, con el fin de que se cumpla con los asensos correspondientes en el tiempo estimado de 30 años que dura la carrera.
La mañana de este lunes, las terminales de Viña del Mar y Valparaíso fueron escenario de aglomeraciones de pasajeros debido a una movilización de trabajadores de Turbus, que redujo drásticamente la oferta de servicios en la región. Según la empresa, la huelga es liderada por el Sindicato 2, que representa al 15% de la fuerza laboral de la compañía, y afecta principalmente las rutas hacia el norte del país. Ante esto, Turbus explicó que la paralización ha obligado a disminuir la frecuencia de los servicios y suspender aquellos que no pudieron ser puestos a la venta. Lamentablemente, los trabajadores del sindicato mantienen bloqueadas nuestras instalaciones, incluidas áreas clave como talleres, estacionamientos y zonas de carga de combustible, lo que impide la salida de los buses, señaló la empresa en una declaración pública. Como consecuencia, los pasajeros que no pudieron viajar serán compensados con el reembolso o el cambio de sus pasajes sin costo adicional, según lo soliciten en cualquier punto de venta. Finalmente, la huelga se desató luego de que no se alcanzara un acuerdo en la mediación ante la Inspección del Trabajo durante el proceso de negociación colectiva entre la empresa y el Sindicato 2, que agrupa a unos 400 conductores y auxiliares. La empresa aseguró que están haciendo todos los esfuerzos para restablecer los servicios con normalidad y minimizar las molestias para los usuarios.
Este jueves, los funcionarios de Fonasa llevaron a cabo un paro de advertencia en todas sus sucursales a nivel nacional, acusando que el gobierno no ha cumplido ciertos acuerdos. Según los representantes de los sindicatos, las demandas están relacionadas con el incumplimiento de compromisos por parte de la ministra de Salud, Ximena Aguilera. Ante esto, uno de los puntos más relevantes en las negociaciones es el descanso reparatorio, que los trabajadores piden equiparar al otorgado a otros organismos, aunque estos no hayan estado en contacto directo con pacientes de Covid-19. Además, exigen una asignación de fortalecimiento y critican que la agenda legislativa priorice mejoras para otros sistemas de salud, dejando a Fonasa en un segundo plano. A pesar del paro, Fonasa ha implementado un plan de contingencia para garantizar la atención a los usuarios. La venta de bonos presenciales sigue funcionando, al igual que los canales digitales, como su página web y el número telefónico 600 360 3000. Finalmente, los funcionarios no descartan que la paralización se extienda de manera indefinida la próxima semana si no se llega a una solución con el gobierno.