El próximo dos de septiembre los relojes habrá que ajustarlos una vez más. Tendrán que adelantarse una hora. Esto significa que a las 23:59 del sábado, serán la una de la madrugada del domingo. Un tema que genera división entre los vecinos y además preocupación, ya que para algunos el cambio cuesta adaptarseEn esta oportunidad, los relojes pasarán a tener 60 minutos más, lo que para algunos puede tener efectos físicos y cognitivos negativos. Para minimizar estas sensaciones, es importante ajustar gradualmente la rutina de sueño y mantener una buena higiene del sueño. Para minimizar los efectos negativos del cambio de horario, los expertos recomiendan ajustar gradualmente nuestra rutina de sueño unos días antes del inicio del horario de verano. Esto implica acostarse y levantarse unos minutos más temprano cada día para adaptar nuestro cuerpo al nuevo horario.Todo lo que es rendimiento escolar y laboral también se ve afectado negativamente cuando hacemos esta transición de horario de invierno a horario de verano.Así que ya sabe, a acostarse más temprano en estos días para acostumbrar el cuerpo. Y si a partir del lunes, tiene dificultad para concentrarse, cambios de ánimo, fatiga es porque su cuerpo estará en fase horario de verano. Si persisten las dificultades para adaptarse, es recomendable buscar ayuda profesional.