En medio de una combinación de eventos climáticos adversos, el valle de Aconcagua y el país, se enfrenta a una difícil situación alimentaria debido a la megasequía, el impacto de un sistema frontal intenso ocurrido hace dos semanas y las heladas recientes. Estos fenómenos naturales han generado una serie de consecuencias negativas, siendo el aumento notable en los precios de algunos alimentos uno de los aspectos más preocupantes. Las papas, la lechuga y el repollo, tres de las verduras más consumidas, se encuentran entre los productos que han experimentado un significativo incremento en su valor. La sequía prolongada ha afectado seriamente la producción agrícola, reduciendo la oferta de estos productos y generando un desequilibrio en el mercado. A eso hay que sumar que hoy mucha de la fruta y verdura viene del norte y los costos del transporte finalmente son traspasados a los consumidores. Esta reducción de la oferta -explican- es lo que ha generado el aumento de los precios, afectando especialmente a los consumidores de ingresos más bajos, que ven cómo se encarece el acceso a productos básicos.