En Los Andes, un grupo de madres cuidadoras se unió para visibilizar la difícil situación que enfrentan a diario. Sin remuneración y a menudo invisibilizadas, luchan por el reconocimiento y apoyo necesario para cumplir su labor sin caer en el agotamiento. La Organización de Madres Cuidadoras de Personas con Discapacidad fue formalizada el año pasado y actualmente cuenta con 20 integrantes que representan a muchas otras madres en la misma situación. Aunque la organización es pequeña, su impacto ya se empieza a notar. Cada madre cuidadora tiene una credencial que la identifica en el registro nacional de cuidados, lo que les da visibilidad ante las autoridades y la sociedad. El desafío más grande, es que aún no se sienten completamente apoyadas por las autoridades locales. Aunque están en un proceso de darse a conocer y presentar sus necesidades públicamente, esperan que el municipio las respalde. Además, las cuidadoras esperan poder recibir apoyo desde el sector privado. Al ser una organización sin fines de lucro, necesitan donaciones y capacitaciones que les permitan mejorar su labor y bienestar. El trabajo de estas mujeres es desgastante y, en muchos casos, genera problemas de salud tanto mental como física. Las madres cuidadoras deben estar disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que puede generar el denominado síndrome del cuidador. Este síndrome se traduce en agotamiento extremo y puede llevar a la aparición de enfermedades graves. Es por esto que las madres piden no solo el reconocimiento, sino también medidas que les permitan cuidar de su bienestar.
En el marco del programa Red Local de Apoyos y Cuidados, impulsado por el ministerio de desarrollo social y familia, realizó una nueva jornada de inscripción a personas discapacitadas y cuidadores. Por eso que durante el verano se han organizado mesas de trabajo en Los Andes con representantes del hospital San Juan de Dios. Cesfam Cordillera y Centenario y Dideco, para coordinar este proceso. Todo lo anterior para que se pueda tener un registro de los cuidadores con sus respectivas credenciales de discapacidad para así agilizar usos como toma de exámenes que son necesarios para los pacientes, porque de no tenerlos los usuarios pierden de tener un trato más expedito. Este programa es para personas con discapacidad o algún grado de disfuncionalidad. La convocatoria ha sido baja en las inscripciones pasadas, las que se realizaron el 14 de enero en el Hospital San Juan de Dios y 20 de enero en el Cesfam Cordillera. Y hoy en el Cesfam Centenario. Por lo que el llamado es a las personas con discapacidad y sus cuidadores a inscribirse en este programa se pueden acercar a partir de marzo a la oficina municipal de adultos mayores para hacer el registro.
Fue en 1992 cuando la Asamblea General de la ONU proclamó el día 3 de diciembre como el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha que no solo busca visibilizar, sino que también promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo. Hay que entender, que las discapacidades no solo pueden ser físicas, también se pueden presentar de forma cognitiva, sensorial, psicosocial e intelectual. Aunque algunas de estas discapacidades no son visibles, su impacto en la vida diaria de quienes las padecen es significativo, y requieren ajustes y apoyos para garantizar su plena participación en la sociedad. “Es muy importante conmemorarlo, porque es una instancia que tenemos para hacer difusión, que existen diferentes tipos de discapacidades y de cómo podemos ser una sociedad mucho más inclusiva. Así, en el fondo, todos podamos vivir el día a día sin que sea una tortura para nuestros niños”, explicó Isabel Alvarado, presidenta de la Corporación de Autismo del Valle del Aconcagua. Y el presidente de la UNCO de Personas con Discapacidad de Los Andes, César Arancibia, se refirió a la conmemoración señalando que “un año más de esta celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, donde seguimos visibilizando a nuestros pares, y por otro lado, también es una instancia para llamar la atención de las autoridades, que aún estamos al debe con las personas en muchos sentidos”. A pesar de los esfuerzos realizados en Chile para promover la inclusión y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidades, aún persisten varios desafíos significativos. Aunque existen leyes que buscan garantizar la igualdad de oportunidades, como la Ley N°20.422, muchas personas con discapacidad todavía enfrentan barreras para acceder a servicios de salud, educación y empleo. Además, la falta de infraestructura adecuada, recursos especializados y la discriminación o poca empatía social siguen siendo obstáculos para su plena integración. “Hoy en día, en general lo que es la discapacidad, es algo que nos impide llevar nuestra normalidad dentro del día a día. Es una dificultad que nosotros tenemos para cruzar la calle, para ir a un hospital, sobre todo para nuestros niños con autismo, porque ellos están sometidos a los alto parlantes, las luces del supermercado, y son muchas cosas que la vida diaria a ellos los altera. Aún hay muchas cosas por hacer para que esta sociedad sea mucho más inclusiva”, agregó Isabel Alvarado. “Hace poco entro en vigencia la ley de autismo, necesitamos que los niños sean integrados en los colegios y que no sufran discriminación. Aún hay un sinfín de temas que tienen que ver con leyes aprobadas y deben ser fiscalizadas por las autoridades para poder garantizar esta igualdad”, concluyó César Arancibia. Es por esto, que en Los Andes esta fecha toma gran relevancia y representa un recordatorio de que, aunque se han hecho progresos, la lucha por la inclusión continúa. Con el propósito de seguir conmemorando este día, la Unión Comunal de Organizaciones de Personas con Discapacidad, en conjunto con la Oficina Municipal de la Discapacidad, han organizado una actividad recreativa el sábado 7 de diciembre, en las dependencias de la piscina del Liceo América, a partir de las 11:00 horas. Iniciativa que busca generar un espacio de inclusión, integración y disfrute para toda la comunidad.
En Los Andes, un grupo de madres cuidadoras se unió para visibilizar la difícil situación que enfrentan a diario. Sin remuneración y a menudo invisibilizadas, luchan por el reconocimiento y apoyo necesario para cumplir su labor sin caer en el agotamiento. La Organización de Madres Cuidadoras de Personas con Discapacidad fue formalizada el año pasado y actualmente cuenta con 20 integrantes que representan a muchas otras madres en la misma situación. Aunque la organización es pequeña, su impacto ya se empieza a notar. Cada madre cuidadora tiene una credencial que la identifica en el registro nacional de cuidados, lo que les da visibilidad ante las autoridades y la sociedad. El desafío más grande, es que aún no se sienten completamente apoyadas por las autoridades locales. Aunque están en un proceso de darse a conocer y presentar sus necesidades públicamente, esperan que el municipio las respalde. Además, las cuidadoras esperan poder recibir apoyo desde el sector privado. Al ser una organización sin fines de lucro, necesitan donaciones y capacitaciones que les permitan mejorar su labor y bienestar. El trabajo de estas mujeres es desgastante y, en muchos casos, genera problemas de salud tanto mental como física. Las madres cuidadoras deben estar disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que puede generar el denominado síndrome del cuidador. Este síndrome se traduce en agotamiento extremo y puede llevar a la aparición de enfermedades graves. Es por esto que las madres piden no solo el reconocimiento, sino también medidas que les permitan cuidar de su bienestar.
En el marco del programa Red Local de Apoyos y Cuidados, impulsado por el ministerio de desarrollo social y familia, realizó una nueva jornada de inscripción a personas discapacitadas y cuidadores. Por eso que durante el verano se han organizado mesas de trabajo en Los Andes con representantes del hospital San Juan de Dios. Cesfam Cordillera y Centenario y Dideco, para coordinar este proceso. Todo lo anterior para que se pueda tener un registro de los cuidadores con sus respectivas credenciales de discapacidad para así agilizar usos como toma de exámenes que son necesarios para los pacientes, porque de no tenerlos los usuarios pierden de tener un trato más expedito. Este programa es para personas con discapacidad o algún grado de disfuncionalidad. La convocatoria ha sido baja en las inscripciones pasadas, las que se realizaron el 14 de enero en el Hospital San Juan de Dios y 20 de enero en el Cesfam Cordillera. Y hoy en el Cesfam Centenario. Por lo que el llamado es a las personas con discapacidad y sus cuidadores a inscribirse en este programa se pueden acercar a partir de marzo a la oficina municipal de adultos mayores para hacer el registro.
Fue en 1992 cuando la Asamblea General de la ONU proclamó el día 3 de diciembre como el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha que no solo busca visibilizar, sino que también promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo. Hay que entender, que las discapacidades no solo pueden ser físicas, también se pueden presentar de forma cognitiva, sensorial, psicosocial e intelectual. Aunque algunas de estas discapacidades no son visibles, su impacto en la vida diaria de quienes las padecen es significativo, y requieren ajustes y apoyos para garantizar su plena participación en la sociedad. “Es muy importante conmemorarlo, porque es una instancia que tenemos para hacer difusión, que existen diferentes tipos de discapacidades y de cómo podemos ser una sociedad mucho más inclusiva. Así, en el fondo, todos podamos vivir el día a día sin que sea una tortura para nuestros niños”, explicó Isabel Alvarado, presidenta de la Corporación de Autismo del Valle del Aconcagua. Y el presidente de la UNCO de Personas con Discapacidad de Los Andes, César Arancibia, se refirió a la conmemoración señalando que “un año más de esta celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, donde seguimos visibilizando a nuestros pares, y por otro lado, también es una instancia para llamar la atención de las autoridades, que aún estamos al debe con las personas en muchos sentidos”. A pesar de los esfuerzos realizados en Chile para promover la inclusión y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidades, aún persisten varios desafíos significativos. Aunque existen leyes que buscan garantizar la igualdad de oportunidades, como la Ley N°20.422, muchas personas con discapacidad todavía enfrentan barreras para acceder a servicios de salud, educación y empleo. Además, la falta de infraestructura adecuada, recursos especializados y la discriminación o poca empatía social siguen siendo obstáculos para su plena integración. “Hoy en día, en general lo que es la discapacidad, es algo que nos impide llevar nuestra normalidad dentro del día a día. Es una dificultad que nosotros tenemos para cruzar la calle, para ir a un hospital, sobre todo para nuestros niños con autismo, porque ellos están sometidos a los alto parlantes, las luces del supermercado, y son muchas cosas que la vida diaria a ellos los altera. Aún hay muchas cosas por hacer para que esta sociedad sea mucho más inclusiva”, agregó Isabel Alvarado. “Hace poco entro en vigencia la ley de autismo, necesitamos que los niños sean integrados en los colegios y que no sufran discriminación. Aún hay un sinfín de temas que tienen que ver con leyes aprobadas y deben ser fiscalizadas por las autoridades para poder garantizar esta igualdad”, concluyó César Arancibia. Es por esto, que en Los Andes esta fecha toma gran relevancia y representa un recordatorio de que, aunque se han hecho progresos, la lucha por la inclusión continúa. Con el propósito de seguir conmemorando este día, la Unión Comunal de Organizaciones de Personas con Discapacidad, en conjunto con la Oficina Municipal de la Discapacidad, han organizado una actividad recreativa el sábado 7 de diciembre, en las dependencias de la piscina del Liceo América, a partir de las 11:00 horas. Iniciativa que busca generar un espacio de inclusión, integración y disfrute para toda la comunidad.