Atienden emergencias, salvan vidas a diario, pero hoy son ellos quienes enfrentan un deterioro en su bienestar. Son los funcionarios del SAMU Base Los Andes, ubicada en el hospital San Juan de Dios, quienes denunciaron condiciones laborales precarias que arrastran desde hace meses. La base opera en contenedores con duchas cuyas cañerías se filtran, un baño clausurado por problemas sanitarios y espacios poco adecuados para el descanso. “En la base diariamente son 9 personas que conviven 12 horas, después 9 personas 12 horas en la noche. Hay gente que trabaja 24 horas así que el tema, sobretodo el de los baños es primordial ya que tener una sola ducha para 9 funcionarios es complicado. Tal como digo están aflorando las aguas servidas y hay mujeres también en los turnos, entonces es algo insalubre para todos estar compartiendo estas instalaciones”, dijo Cristian Aballay, conductor del Samu Aconcagua. Los problemas fueron expuestos en una reunión con la jefatura, instancia en la que se establecieron plazos que hasta ahora no se han cumplido. Sin embargo, durante la conversación con Aballay, fue informado que todo lo acordado está actualmente en proceso de licitación, lo que indicaría que las soluciones comienzan a avanzar. “Estoy ahora recibiendo la información que estaba todo en licitaciones. Si es así, pedimos las disculpas correspondientes a la jefatura, pero la información no estaba clara y por algo se preguntó a los funcionarios si sabían algo de lo conversado en la reunión de marzo y nadie tenía información alguna” dijo Aballay. Además del tema sanitario se suman las deficientes condiciones de habitabilidad. El único aire acondicionado no logra climatizar adecuadamente el espacio: en verano, la temperatura supera los 35 grados y en invierno el frío se hace casi insoportable. El área de descanso tampoco ofrece alivio, ya que los sillones están tan deteriorados que los funcionarios deben sentarse literalmente sobre los resortes. Hoy, si bien recibieron una respuesta, estos funcionarios mantienen su estado de alerta hasta ver soluciones concretas.
Este lunes 18 de noviembre, cerca de 14 mil funcionarios de Gendarmería de Chile iniciaron un paro nacional tras no alcanzar un acuerdo con el Ministerio de Justicia sobre mejoras en su carrera funcionaria, la cual ha estado estancada durante varios años. A la movilización, convocada por el Frente de Trabajadores Penitenciarios, se sumaron los funcionarios del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Los Andes, quienes se adhirieron a la convocatoria, la cual busca presionar al gobierno debido al incumplimiento de acuerdos previos y la falta de avances en las condiciones laborales de los gendarmes. La decisión de paralizar funciones surge como respuesta al incumplimiento de un acuerdo firmado en 2023, que comprometía al Ministerio de Justicia y a Gendarmería a trabajar en un proyecto de ley para abordar las problemáticas de carrera de los funcionarios. A pesar de que se esperaba que el trabajo comenzara en enero de este año, el proceso se ha retrasado, generando molestias entre los trabajadores. Entre las principales demandas se encuentra la necesidad de aumentar la movilidad en el escalafón de la Planta II de Suboficiales y Gendarmes, especialmente para los años 2025-2026, cuando se prevé un bajo número de vacantes para ascensos. Los trabajadores exigen un plan que contemple 9.400 ascensos en un periodo de dos años, mientras que la propuesta del gobierno solo considera 1.785 ascensos en tres años, lo que ha sido calificado como insuficiente. Esta situación ha llevado a los funcionarios a movilizarse, con la advertencia de que, si no hay avances significativos en las próximas discusiones, las protestas podrían intensificarse, pasando a indefinido.
Atienden emergencias, salvan vidas a diario, pero hoy son ellos quienes enfrentan un deterioro en su bienestar. Son los funcionarios del SAMU Base Los Andes, ubicada en el hospital San Juan de Dios, quienes denunciaron condiciones laborales precarias que arrastran desde hace meses. La base opera en contenedores con duchas cuyas cañerías se filtran, un baño clausurado por problemas sanitarios y espacios poco adecuados para el descanso. “En la base diariamente son 9 personas que conviven 12 horas, después 9 personas 12 horas en la noche. Hay gente que trabaja 24 horas así que el tema, sobretodo el de los baños es primordial ya que tener una sola ducha para 9 funcionarios es complicado. Tal como digo están aflorando las aguas servidas y hay mujeres también en los turnos, entonces es algo insalubre para todos estar compartiendo estas instalaciones”, dijo Cristian Aballay, conductor del Samu Aconcagua. Los problemas fueron expuestos en una reunión con la jefatura, instancia en la que se establecieron plazos que hasta ahora no se han cumplido. Sin embargo, durante la conversación con Aballay, fue informado que todo lo acordado está actualmente en proceso de licitación, lo que indicaría que las soluciones comienzan a avanzar. “Estoy ahora recibiendo la información que estaba todo en licitaciones. Si es así, pedimos las disculpas correspondientes a la jefatura, pero la información no estaba clara y por algo se preguntó a los funcionarios si sabían algo de lo conversado en la reunión de marzo y nadie tenía información alguna” dijo Aballay. Además del tema sanitario se suman las deficientes condiciones de habitabilidad. El único aire acondicionado no logra climatizar adecuadamente el espacio: en verano, la temperatura supera los 35 grados y en invierno el frío se hace casi insoportable. El área de descanso tampoco ofrece alivio, ya que los sillones están tan deteriorados que los funcionarios deben sentarse literalmente sobre los resortes. Hoy, si bien recibieron una respuesta, estos funcionarios mantienen su estado de alerta hasta ver soluciones concretas.
Este lunes 18 de noviembre, cerca de 14 mil funcionarios de Gendarmería de Chile iniciaron un paro nacional tras no alcanzar un acuerdo con el Ministerio de Justicia sobre mejoras en su carrera funcionaria, la cual ha estado estancada durante varios años. A la movilización, convocada por el Frente de Trabajadores Penitenciarios, se sumaron los funcionarios del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Los Andes, quienes se adhirieron a la convocatoria, la cual busca presionar al gobierno debido al incumplimiento de acuerdos previos y la falta de avances en las condiciones laborales de los gendarmes. La decisión de paralizar funciones surge como respuesta al incumplimiento de un acuerdo firmado en 2023, que comprometía al Ministerio de Justicia y a Gendarmería a trabajar en un proyecto de ley para abordar las problemáticas de carrera de los funcionarios. A pesar de que se esperaba que el trabajo comenzara en enero de este año, el proceso se ha retrasado, generando molestias entre los trabajadores. Entre las principales demandas se encuentra la necesidad de aumentar la movilidad en el escalafón de la Planta II de Suboficiales y Gendarmes, especialmente para los años 2025-2026, cuando se prevé un bajo número de vacantes para ascensos. Los trabajadores exigen un plan que contemple 9.400 ascensos en un periodo de dos años, mientras que la propuesta del gobierno solo considera 1.785 ascensos en tres años, lo que ha sido calificado como insuficiente. Esta situación ha llevado a los funcionarios a movilizarse, con la advertencia de que, si no hay avances significativos en las próximas discusiones, las protestas podrían intensificarse, pasando a indefinido.