La ANEF lideró una jornada de trabajo en Los Andes para abordar la situación que enfrentan los funcionarios públicos en el Complejo Fronterizo de Horcones. Durante el encuentro, se abordó una problemática que afecta directamente al ejercicio de la función pública, en especial para los funcionarios de Aduanas que forman parte del sistema integrado Cristo Redentor. Las condiciones actuales del recinto fueron denunciadas hace algunos meses por los propios trabajadores, quienes hicieron público el estado en que deben vivir mientras cumplen con sus turnos en la frontera. Según lo informado, el recinto no cuenta con las condiciones mínimas de habitabilidad. La precariedad de los espacios destinados al descanso y la falta de infraestructura adecuada inciden de forma directa en la salud física y mental de los funcionarios, especialmente en temporada invernal, cuando las condiciones climáticas en la cordillera son más extremas. La ANEF, en su rol gremial, ha tomado esta situación como una prioridad, impulsando un trabajo articulado con dirigentes de base y, esperando avanzar también con autoridades del nivel central. La visita del presidente nacional de la organización responde precisamente a la necesidad de visibilizar esta problemática y de generar acciones concretas en busca de soluciones urgentes.
Atienden emergencias, salvan vidas a diario, pero hoy son ellos quienes enfrentan un deterioro en su bienestar. Son los funcionarios del SAMU Base Los Andes, ubicada en el hospital San Juan de Dios, quienes denunciaron condiciones laborales precarias que arrastran desde hace meses. La base opera en contenedores con duchas cuyas cañerías se filtran, un baño clausurado por problemas sanitarios y espacios poco adecuados para el descanso. “En la base diariamente son 9 personas que conviven 12 horas, después 9 personas 12 horas en la noche. Hay gente que trabaja 24 horas así que el tema, sobretodo el de los baños es primordial ya que tener una sola ducha para 9 funcionarios es complicado. Tal como digo están aflorando las aguas servidas y hay mujeres también en los turnos, entonces es algo insalubre para todos estar compartiendo estas instalaciones”, dijo Cristian Aballay, conductor del Samu Aconcagua. Los problemas fueron expuestos en una reunión con la jefatura, instancia en la que se establecieron plazos que hasta ahora no se han cumplido. Sin embargo, durante la conversación con Aballay, fue informado que todo lo acordado está actualmente en proceso de licitación, lo que indicaría que las soluciones comienzan a avanzar. “Estoy ahora recibiendo la información que estaba todo en licitaciones. Si es así, pedimos las disculpas correspondientes a la jefatura, pero la información no estaba clara y por algo se preguntó a los funcionarios si sabían algo de lo conversado en la reunión de marzo y nadie tenía información alguna” dijo Aballay. Además del tema sanitario se suman las deficientes condiciones de habitabilidad. El único aire acondicionado no logra climatizar adecuadamente el espacio: en verano, la temperatura supera los 35 grados y en invierno el frío se hace casi insoportable. El área de descanso tampoco ofrece alivio, ya que los sillones están tan deteriorados que los funcionarios deben sentarse literalmente sobre los resortes. Hoy, si bien recibieron una respuesta, estos funcionarios mantienen su estado de alerta hasta ver soluciones concretas.
La ANEF lideró una jornada de trabajo en Los Andes para abordar la situación que enfrentan los funcionarios públicos en el Complejo Fronterizo de Horcones. Durante el encuentro, se abordó una problemática que afecta directamente al ejercicio de la función pública, en especial para los funcionarios de Aduanas que forman parte del sistema integrado Cristo Redentor. Las condiciones actuales del recinto fueron denunciadas hace algunos meses por los propios trabajadores, quienes hicieron público el estado en que deben vivir mientras cumplen con sus turnos en la frontera. Según lo informado, el recinto no cuenta con las condiciones mínimas de habitabilidad. La precariedad de los espacios destinados al descanso y la falta de infraestructura adecuada inciden de forma directa en la salud física y mental de los funcionarios, especialmente en temporada invernal, cuando las condiciones climáticas en la cordillera son más extremas. La ANEF, en su rol gremial, ha tomado esta situación como una prioridad, impulsando un trabajo articulado con dirigentes de base y, esperando avanzar también con autoridades del nivel central. La visita del presidente nacional de la organización responde precisamente a la necesidad de visibilizar esta problemática y de generar acciones concretas en busca de soluciones urgentes.
Atienden emergencias, salvan vidas a diario, pero hoy son ellos quienes enfrentan un deterioro en su bienestar. Son los funcionarios del SAMU Base Los Andes, ubicada en el hospital San Juan de Dios, quienes denunciaron condiciones laborales precarias que arrastran desde hace meses. La base opera en contenedores con duchas cuyas cañerías se filtran, un baño clausurado por problemas sanitarios y espacios poco adecuados para el descanso. “En la base diariamente son 9 personas que conviven 12 horas, después 9 personas 12 horas en la noche. Hay gente que trabaja 24 horas así que el tema, sobretodo el de los baños es primordial ya que tener una sola ducha para 9 funcionarios es complicado. Tal como digo están aflorando las aguas servidas y hay mujeres también en los turnos, entonces es algo insalubre para todos estar compartiendo estas instalaciones”, dijo Cristian Aballay, conductor del Samu Aconcagua. Los problemas fueron expuestos en una reunión con la jefatura, instancia en la que se establecieron plazos que hasta ahora no se han cumplido. Sin embargo, durante la conversación con Aballay, fue informado que todo lo acordado está actualmente en proceso de licitación, lo que indicaría que las soluciones comienzan a avanzar. “Estoy ahora recibiendo la información que estaba todo en licitaciones. Si es así, pedimos las disculpas correspondientes a la jefatura, pero la información no estaba clara y por algo se preguntó a los funcionarios si sabían algo de lo conversado en la reunión de marzo y nadie tenía información alguna” dijo Aballay. Además del tema sanitario se suman las deficientes condiciones de habitabilidad. El único aire acondicionado no logra climatizar adecuadamente el espacio: en verano, la temperatura supera los 35 grados y en invierno el frío se hace casi insoportable. El área de descanso tampoco ofrece alivio, ya que los sillones están tan deteriorados que los funcionarios deben sentarse literalmente sobre los resortes. Hoy, si bien recibieron una respuesta, estos funcionarios mantienen su estado de alerta hasta ver soluciones concretas.