Con angustia y sin respuestas claras, la dirigencia del Condominio 3 de Brisas de Los Andes denunció la semana pasada una situación alarmante: de las 126 viviendas entregadas a fines de enero, 49 presentan graves filtraciones de agua cada vez que llueve. Lo que comenzó como la concreción de un anhelado proyecto habitacional, se convirtió en un escenario de incertidumbre y desesperación para decenas de familias que hoy viven entre goteras, humedad y -aseguran- daños estructurales. Una situación de la que hoy se hizo parte el Diputado Nelson Venegas, que se reunió con los vecinos para exigir soluciones. Pese a haber existido reuniones con la empresa constructora, la entidad patrocinante y el municipio, las familias afectadas han reconocido sentirse solas y expuestas a condiciones de habitabilidad inaceptables. Sin embargo, la presión mediática ha comenzado a movilizar a las autoridades locales, quienes se están sumando a la búsqueda de respuestas inmediatas por parte de las entidades responsables del proyecto. La situación se vuelve más compleja considerando que muchas de estas familias esperaron años por una vivienda digna, confiando en el Estado y las instituciones para dejar atrás situaciones de hacinamiento o arriendos inestables. Hoy, esa esperanza se ha visto golpeada por el temor constante de que las lluvias agraven aún más los daños.
49 de las 126 casas entregadas a principios de año en el conjunto habitacional Brisas de Los Andes presentan filtraciones cada vez que llueve. Esta realidad ha generado una gran preocupación entre las familias afectadas, que ven cómo su sueño de la casa propia se ve amenazado por problemas -que aseguran son estructurales- que afectan su calidad de vida. Esta situación ha llevado a reuniones urgentes para buscar responsabilidades y encontrar soluciones rápidas. La prioridad es reparar las viviendas antes de que un nuevo sistema frontal vuelva a poner en riesgo la tranquilidad de los vecinos. Mientras tanto, algunos habitantes han tenido que abandonar sus hogares debido a la humedad y los daños que las filtraciones generan en sus espacios. Aún más complejo es el hecho de que, por tratarse de viviendas sociales, existen plazos que obligan a las familias a habitar las casas antes de la fecha límite establecida para el 15 de julio. Si no lo hacen, el Serviu podría recuperar las viviendas y entregarlas a otras personas que esperan su hogar. Sin embargo, más de la mitad de las casas siguen sin ser ocupadas, algunas por falta de dinero para las terminaciones, otras por motivos personales y ahora, por las filtraciones. En medio de esta difícil realidad, se esperan soluciones concretas e inmediatas con el objetivo de aliviar la incertidumbre y el sufrimiento de quienes, después de tanto esfuerzo, sólo quieren disfrutar de un techo seguro.
Con angustia y sin respuestas claras, la dirigencia del Condominio 3 de Brisas de Los Andes denunció la semana pasada una situación alarmante: de las 126 viviendas entregadas a fines de enero, 49 presentan graves filtraciones de agua cada vez que llueve. Lo que comenzó como la concreción de un anhelado proyecto habitacional, se convirtió en un escenario de incertidumbre y desesperación para decenas de familias que hoy viven entre goteras, humedad y -aseguran- daños estructurales. Una situación de la que hoy se hizo parte el Diputado Nelson Venegas, que se reunió con los vecinos para exigir soluciones. Pese a haber existido reuniones con la empresa constructora, la entidad patrocinante y el municipio, las familias afectadas han reconocido sentirse solas y expuestas a condiciones de habitabilidad inaceptables. Sin embargo, la presión mediática ha comenzado a movilizar a las autoridades locales, quienes se están sumando a la búsqueda de respuestas inmediatas por parte de las entidades responsables del proyecto. La situación se vuelve más compleja considerando que muchas de estas familias esperaron años por una vivienda digna, confiando en el Estado y las instituciones para dejar atrás situaciones de hacinamiento o arriendos inestables. Hoy, esa esperanza se ha visto golpeada por el temor constante de que las lluvias agraven aún más los daños.
49 de las 126 casas entregadas a principios de año en el conjunto habitacional Brisas de Los Andes presentan filtraciones cada vez que llueve. Esta realidad ha generado una gran preocupación entre las familias afectadas, que ven cómo su sueño de la casa propia se ve amenazado por problemas -que aseguran son estructurales- que afectan su calidad de vida. Esta situación ha llevado a reuniones urgentes para buscar responsabilidades y encontrar soluciones rápidas. La prioridad es reparar las viviendas antes de que un nuevo sistema frontal vuelva a poner en riesgo la tranquilidad de los vecinos. Mientras tanto, algunos habitantes han tenido que abandonar sus hogares debido a la humedad y los daños que las filtraciones generan en sus espacios. Aún más complejo es el hecho de que, por tratarse de viviendas sociales, existen plazos que obligan a las familias a habitar las casas antes de la fecha límite establecida para el 15 de julio. Si no lo hacen, el Serviu podría recuperar las viviendas y entregarlas a otras personas que esperan su hogar. Sin embargo, más de la mitad de las casas siguen sin ser ocupadas, algunas por falta de dinero para las terminaciones, otras por motivos personales y ahora, por las filtraciones. En medio de esta difícil realidad, se esperan soluciones concretas e inmediatas con el objetivo de aliviar la incertidumbre y el sufrimiento de quienes, después de tanto esfuerzo, sólo quieren disfrutar de un techo seguro.