Justo al mediodía de este lunes, un grupo de asistentes de la educación se congregó en la Delegación Presidencial Provincial en Los Andes para hacer entrega de una carta donde expresan su preocupación y descontento con el Gobierno debido al no pago del Bono de Asignación de Zona para aquellos funcionarios traspasados a los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) en el sur del país. Este bono es considerado fundamental para los trabajadores y trabajadoras de la educación que se desempeñan en zonas rurales o apartadas, donde las condiciones laborales pueden ser más difíciles y costosas. El documento fue recibido y timbrado en presencia del propio Delegado Presidencial quien fue claro en destacar el derecho de la ciudadanía a manifestarse y resaltó la naturaleza pacífica del paro, el cual transcurrió sin interrupciones en el normal funcionamiento de la ciudad. La dirigencia del gremio a nivel local informó que la adhesión al paro fue prácticamente total, alcanzando un 99%. El objetivo de la movilización fue hacer llegar el reclamo de los trabajadores y trabajadoras de la educación a las autoridades competentes. Asimismo, se busca prevenir que el mismo conflicto ocurra en Los Andes cuando se haga efectivo el traspaso de la Educación Municipal a los SLEP. Es importante destacar que los manifestantes optaron por una vía pacífica para expresar sus demandas, llevando a cabo reuniones y actividades reflexivas donde se analizaron las necesidades del gremio y se buscó establecer un diálogo constructivo con las autoridades.
Frente a esto, desde el gremio acusan discriminación y esperan, además, ser incluidos en la mesa negociadora del sector público. Pero el quedar excluidos del reajuste al sector público, a juicio del COLMED, también impacta negativamente en la salud pública y es que aseguran que con esto el Gobierno no hace más que incentivar la fuga de profesionales al mundo privado. La crítica pasa también en torno al sobre esfuerzo durante más de dos años de pandemia, donde los trabajadores de la salud han sido reconocidos, homenajeados y destacados, pero según el gremio, hoy no es más que una contradicción al quedar fuera del reajuste.
Es precisamente en ese choque de ideas y expectativas, con bajos recursos y baja implementación, además de las carencias a nivel local y nacional en las redes de salud, desde la FENACOR aseguran que la situación crítica la reciben los trabajadores tanto en temas físicos como mental. Destacan los funcionarios, la disposición que en algún momento hubo desde el Minsal en pos de trabajar por la salud pública, trabajo que hoy critican, ha quedado estancado. A nivel Aconcagua, hay funcionarios movilizados en el COSAM Los Andes, Cesfam Cordillera Andina, Hospital San Camilo, Hospital y Cesfam de Llay Llay, pero ojo, pues se trata de acciones informativas en base a asambleas con los funcionarios, sin que eso perjudique en nada la atención de los usuarios. Durante la jornada de este jueves, los dirigentes de los gremios asociados a la Federación Nacional Coordinadora de Bases de la Salud, se reunieron en Santiago para movilizarse hasta el Ministerio de Salud, este viernes en tanto, la movilización llegará a La Moneda y el Ministerio de Hacienda.
Tras una asamblea general, los trabajadores que se encuentran en estado de alerta desde el 10 de agosto, transparentaron que existe un llamado a movilización nacional, que no tiene fecha definida, y donde la única opción de no llevarla a cabo, es iniciando la mesa negociadora. Con la actualización del “Acuerdo Marco”, se busca, entre otras cosas, actualizar el cumplimiento de las licitaciones para que no afecten los salarios de los trabajadores que hoy pierden hasta un 20% de sus remuneraciones entre el término de un contrato y la llegada de una nueva firma; también pierden el pago por años de servicio. Pero, además, luchan por mayores condiciones de seguridad en el trabajo, mejoras en la habitabilidad, transporte, alimentación y entrega de equipo y vestimenta adecuada para faenas mineras. Los dirigentes sindicales han asegurado esta vez, que la decisión de movilizarse o no, tiene dos actores principales. Por una parte, que la cuprífera Estatal instale la mesa negociadora. De no ocurrir eso, entra la otra opción y es que no será una decisión dirigencial, sino que los propios trabajadores contratistas votarán si se ejecuta o no, la Jornada de Movilización Nacional.
Justo al mediodía de este lunes, un grupo de asistentes de la educación se congregó en la Delegación Presidencial Provincial en Los Andes para hacer entrega de una carta donde expresan su preocupación y descontento con el Gobierno debido al no pago del Bono de Asignación de Zona para aquellos funcionarios traspasados a los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) en el sur del país. Este bono es considerado fundamental para los trabajadores y trabajadoras de la educación que se desempeñan en zonas rurales o apartadas, donde las condiciones laborales pueden ser más difíciles y costosas. El documento fue recibido y timbrado en presencia del propio Delegado Presidencial quien fue claro en destacar el derecho de la ciudadanía a manifestarse y resaltó la naturaleza pacífica del paro, el cual transcurrió sin interrupciones en el normal funcionamiento de la ciudad. La dirigencia del gremio a nivel local informó que la adhesión al paro fue prácticamente total, alcanzando un 99%. El objetivo de la movilización fue hacer llegar el reclamo de los trabajadores y trabajadoras de la educación a las autoridades competentes. Asimismo, se busca prevenir que el mismo conflicto ocurra en Los Andes cuando se haga efectivo el traspaso de la Educación Municipal a los SLEP. Es importante destacar que los manifestantes optaron por una vía pacífica para expresar sus demandas, llevando a cabo reuniones y actividades reflexivas donde se analizaron las necesidades del gremio y se buscó establecer un diálogo constructivo con las autoridades.
Frente a esto, desde el gremio acusan discriminación y esperan, además, ser incluidos en la mesa negociadora del sector público. Pero el quedar excluidos del reajuste al sector público, a juicio del COLMED, también impacta negativamente en la salud pública y es que aseguran que con esto el Gobierno no hace más que incentivar la fuga de profesionales al mundo privado. La crítica pasa también en torno al sobre esfuerzo durante más de dos años de pandemia, donde los trabajadores de la salud han sido reconocidos, homenajeados y destacados, pero según el gremio, hoy no es más que una contradicción al quedar fuera del reajuste.
Es precisamente en ese choque de ideas y expectativas, con bajos recursos y baja implementación, además de las carencias a nivel local y nacional en las redes de salud, desde la FENACOR aseguran que la situación crítica la reciben los trabajadores tanto en temas físicos como mental. Destacan los funcionarios, la disposición que en algún momento hubo desde el Minsal en pos de trabajar por la salud pública, trabajo que hoy critican, ha quedado estancado. A nivel Aconcagua, hay funcionarios movilizados en el COSAM Los Andes, Cesfam Cordillera Andina, Hospital San Camilo, Hospital y Cesfam de Llay Llay, pero ojo, pues se trata de acciones informativas en base a asambleas con los funcionarios, sin que eso perjudique en nada la atención de los usuarios. Durante la jornada de este jueves, los dirigentes de los gremios asociados a la Federación Nacional Coordinadora de Bases de la Salud, se reunieron en Santiago para movilizarse hasta el Ministerio de Salud, este viernes en tanto, la movilización llegará a La Moneda y el Ministerio de Hacienda.
Tras una asamblea general, los trabajadores que se encuentran en estado de alerta desde el 10 de agosto, transparentaron que existe un llamado a movilización nacional, que no tiene fecha definida, y donde la única opción de no llevarla a cabo, es iniciando la mesa negociadora. Con la actualización del “Acuerdo Marco”, se busca, entre otras cosas, actualizar el cumplimiento de las licitaciones para que no afecten los salarios de los trabajadores que hoy pierden hasta un 20% de sus remuneraciones entre el término de un contrato y la llegada de una nueva firma; también pierden el pago por años de servicio. Pero, además, luchan por mayores condiciones de seguridad en el trabajo, mejoras en la habitabilidad, transporte, alimentación y entrega de equipo y vestimenta adecuada para faenas mineras. Los dirigentes sindicales han asegurado esta vez, que la decisión de movilizarse o no, tiene dos actores principales. Por una parte, que la cuprífera Estatal instale la mesa negociadora. De no ocurrir eso, entra la otra opción y es que no será una decisión dirigencial, sino que los propios trabajadores contratistas votarán si se ejecuta o no, la Jornada de Movilización Nacional.